Llegar
a parecerse a la imagen ideal que uno tiene de sí mismo puede ser complicado,
caro o, incluso, peligroso.
No
hay nada de malo en operarse con el fin de planchar,
temporalmente, las arrugas. Newton explicaba estupendamente el proceso por el
cual las cosas se acercan (tienden, caen, …) al suelo. También la piel humana.
Introducirse implantes, cercenar músculos, despegar y fundir grasa con métodos
que parecen propios de talabarteros, introducir balones en el estómago o extirpar partes de este porque uno no es
capaz de controlar la ingesta de alimentos, grapar, coser, etc. Todo ello me parecen excelentes
caminos para estar más a gusto con uno mismo; para llegar a ser ese ser humano
soñado. Los
resultados de lo mencionado (obviando la magia del vestuario y el maquillaje)
son excepcionales. Ahora bien, la línea que separa el sueño –alcanzado del
cuerpo imaginado– de la realidad de verse el cuerpo sometido a los estragos de
un no saber parar es, sí, muy
delgada.
A
las mujeres parece exigírseles, socialmente, que se sometan a este tipo de
tratamientos en mayor proporción que a los hombres (algunos son, sin excepción, dignos
sustitutos de sus propias estatuas de cera) y, es por esto por lo que Tinas,
Natis, Litas, Titas –todas ellas con esa cara de sorpresa permanente– gozan de
unos bruñidos pómulos de efebo poliédrico; melenas que comienzan allá donde la frente ha perdido su nombre; cuellos que
parecen manojos de tendones y manos sarmentosas e inoperables y, todo ello, cubierto
de flores de cementerio a duras penas
ocultadas por el maquillaje y los tratamientos láser.
Y yo me pregunto, cuando la cirugía estética permite que cada quien se parezca a la imagen ideal de sí mismo, ¿por qué se acaban pareciendo, cada vez más, unas a otras?
Y yo me pregunto, cuando la cirugía estética permite que cada quien se parezca a la imagen ideal de sí mismo, ¿por qué se acaban pareciendo, cada vez más, unas a otras?
jajaja buena pregunta. Lo mismo le pasaba a Michael y a su hermana Latoya, su parecido no era producto de la fraternidad, era del bisturí.
ResponderEliminarBsote
Y hasta Janet acabó por parecer de la misma especie o casi ;)
EliminarSerá para no tenerse envidia unas de otras....
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